El pasado lunes 21 de marzo, como cada año, se celebraba el Día Mundial del Síndrome de Down. Este año el lema de la campaña es #GraciasPorTanto, es un homenaje de agradecimiento a los cientos de miles de personas que, desde su anonimato y sin esperar nada a cambio, hacen la vida de las personas con síndrome de Down más bonita.
Puedo presumir de haber tenido la gran suerte de ser la "seño", durante tres años, de un niño con síndrome de Down y he de confesar que ha sido la experiencia más gratificante de toda mi carrera educativa, sin menospreciar, por supuesto, a mis otros alumnos...
Es un poco difícil explicar a los niños y niñas de 3 años en que consiste tener síndrome de Down. Para ello les expliqué a mis peques que los niños y niñas con síndrome de Down, tienen dos ojos como ellos, una nariz como ellos, una boca como ellos... así hasta que nombramos todas las partes del cuerpo... Lo único que los diferencia es un cromosoma, solo eso. También les dije que cuando fueran mayores ya sabrían lo que es un cromosoma...
En nuestro cole, para celebrar ese día, organizamos la actividad de los calcetines desparejados, es una acción simbólica pero muy importante ya que consiste en mostrar que aceptamos la diferencia y que las personas con síndrome de Down tienen un lugar en la sociedad.
Pedimos la colaboración a las familias para que el lunes 21 cada niño y cada niña viniera al colegio con un calcetín de cada clase y así lo hicieron...
En clase, organizamos una actividad muy divertida, ¡nos quitamos los zapatos para enseñar nuestros calcetines diferentes! y en un círculo, mis peques enseñaban muy contentos sus calcetines:
Después nos sentamos todos en un círculo, juntamos nuestros pies y nos hicimos estas dos fotos tan graciosas:
Para finalizar la entrada quiero dar las gracias a las familias ya que sin su colaboración no hubiéramos podido realizar esta actividad tan solidaria...
#GraciasPorTanto
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