Como cada viernes, el pasado 3 de mayo, nuestro Libro Viajero volvía a salir del colegio para ir a casa de algún niño o niña de la clase, pero en este caso no hizo falta sorteo, porque ya solo quedaba un niño por llevarse el Libro Viajero a su casa, y ese niño era Marcos... ¡Cuanta paciencia ha tenido el pobre durante todo el curso, viendo cada semana como no era su nombre el escrito en el papel que el encargado de ese día sacaba del interior de Pepín!
Pero... ¡por fin se llevaba el Libro Viajero a casa! ¡Qué contento estaba!
La imagen de Marcos tenía una pizza y dos niños comiendo parte de ella. Y así es como Marcos la ha entendido:
Marcos nos contó que para realizar la página del Libro Viajero ha contado con la ayuda de su hermano, y que lo hicieron en su casa. Así que le damos las gracias por su colaboración para hacer la última página del Libro Viajero...
Y así damos por finalizado nuestro Libro Viajero... ¡Ha quedado genial! Y ha sido gracias a la colaboración de todas las familias de nuestra clase, ya que sin su ayuda esta actividad tan motivadora y enriquecedora no hubiera sido posible...
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