El pasado viernes 20 de diciembre nos daban las vacaciones de Navidad y los niños y niñas de mi clase, como cada viernes, me preguntaron quien era quien se iba a llevar a Pelusa a casa. Todos estaban deseando escuchar su nombre pero en esta ocasión se iban a llevar una sorpresa: ¡era la "seño" quien se llevaba a nuestra amiga para pasar las vacaciones con ella...!
El mismo viernes, nada más salir del colegio, preparamos el equipaje y nos fuimos al pueblo y allí hemos estado todo el tiempo. Hemos disfrutado mucho de la naturaleza; el pueblo tiene unos preciosos paisajes y hemos dado grandes paseos. Hemos ido a ver el río Bullaque y en Cabañeros hemos podido ver algún que otro ciervo, había que estar muy atento porque pasaban muy deprisa y en cuanto oían algún ruido se asustaban y salían corriendo. Pelusa ayudó a coger las aceitunas del olivo del jardín y también ayudó a cortar el césped. Quería darse un baño en la piscina pero no pudo ser porque hacía frío y podía constiparse.
Pelusa se lo ha pasado genial pero no ha dejado de preguntar todos los días que cuanto quedaba para regresar al colegio; tenía muchas ganas de volver a todos sus amigos y amigas de la clase para poder jugar con ellos.
Así lo ha contado Pelusa en el Libro Viajero:
¡Ha sido un placer tener a nuestra amiga en mi casa y espero poder tenerla de nuevo pronto! ¡Pelusa: te vamos a echar de menos!
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