Otro viernes más que nuestro Libro Viajero sale de clase, en este caso el pasado 26 de enero, Victoriano, que era el encargado ese día, cogió un papelito de los que tiene Pepín en su interior...
No hizo falta que les diera muchas pistas a los peques sobre el nombre que había escrito en el papelito que Victoriano había sacado, porque en cuanto les dije el número de palmadas que tenía el nombre, enseguida adivinaron de quien se trataba. El nombre que había escrito en el papel era un nombre de chico y tenía cuatro palmadas y en la clase solo hay un nombre de chico que tiene cuatro palmadas: Victoriano...
¡Qué casualidad! Victoriano sacó un papel en el que estaba su nombre escrito... No, no hizo trampas porque todos vimos como lo hizo, ¡cosas del azar!
Victoriano se puso muy contento porque ese viernes, además de ser el encargado, se llevaba el Libro Viajero a su casa...
Cuando llegó el martes, Victoriano trajo el Libro Viajero de nuevo al colegio, venía muy contento deseando enseñar al resto de la clase que había hecho en el libro. La imagen que le tocó tenía tres huevos y un pollito y así fue como la interpretó Victoriano:
¡Magnífico trabajo el de Victoriano! Contó con la ayuda de su mamá y de sus hermanas y según escribió en el Libro se lo pasaron muy bien mientras lo hacían... Les damos las gracias por haber ayudado a que otra página de nuestro Libro Viajero quedara terminada.
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