El pasado día 21 de diciembre nos dieron las vacaciones de Navidad. Fue un día lleno de emociones: actuación, visita de los Reyes Magos, celebración de cumpleaños y... ¡vacaciones!
Con tanto ajetreo, "mis peques" se fueron y se olvidaron de que era viernes y Pelitos y Peloncho se tenían que ir a casa de alguna familia de la clase. Así que me los llevé yo. ¡Qué bien, iba a pasar unas vacaciones muy entretenidas!
Cuando llegué a casa con ellos, mi familia ya estaba haciendo las maletas pues al día siguiente nos marchábamos al pueblo a pasar allí todas las vacaciones. Pelitos y Peloncho se pusieron muy contentos cuando se enteraron que ellos también se venían...
Hemos pasado unas vacaciones estupendas. Lo primero que hicimos fue darle un buen baño a los dos, a Pelitos y a Peloncho, les hacía una buena falta: ¡qué limpitos han quedado!
Como ha hecho muy buen tiempo hemos ido de excursión al campo, donde hemos visto ciervos y jabalíes, entre otros animales. También hemos ido a pasear al río que hay al lado de mi casa, el Bullaque. Hemos cantado villancicos, hemos comido turrón y dulces...
Pero el que más se ha divertido ha sido Peloncho, que ha jugado mucho con Bartola, mi mascota. ¡Le encantaba subirse a caballo sobre ella! Se agarraba a sus orejas para no caerse... Todos nos vamos a acordar mucho de nuestros amigos, sobre todo Bartola que ya no va a tener compañero de juegos.
Así os cuento todo esto en el Libro Viajero:
¡Os esperamos pronto de nuevo por casa!
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