El pasado viernes día 6 de diciembre no había cole porque era el Día de la Constitución. Por este motivo, el día anterior Pelusa se iba a ir a pasar el largo fin de semana a casa de un niño o una niña de la clase...
Mis peques estaban expectantes porque ya sabían que quien se llevara a Pelusa tenía la suerte de tenerla un día más de lo habitual.
Lucas era el encargado de sacar el papelito con el nombre de la persona afortunada que se llevaría a nuestra mascota a casa:
Lucas escribió el nombre de María en la pizarra y ella se puso muy contenta cuando se dio cuenta que era el suyo, ¡qué ganas tenía de llevarse a Pelusa! Nos contó que se la iba a llevar de viaje con su familia y se fue con ella al comedor antes de irse a casa.
A la vuelta del puente, el lunes, María venía más contenta aún, deseando contarnos lo que había hecho con nuestra amiga fuera del colegio. Nos contó que habían ido de viaje a Cádiz, ¡Pelusa no había hecho nunca un viaje tan largo! ¿Cómo se portaría?
María dijo que se había portado muy bien, que habían hecho muchas cosas juntas, también con Antonio, el hermano de María: habían jugado al golf, pasearon por las calles de Cádiz, jugaron, comieron chuches, fueron a la playa, y casi, casi, se queda allí en Cádiz... ¡Menos mal que se dieron cuenta a tiempo!
¡Qué suerte ha tenido Pelusa con poder ir a ese estupendo viaje!
¡Muchas gracias a María y a su familia por haber acogido durante el largo fin de semana a Pelusa y haber participado en el Libro Viajero!
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