Hemos tenido la gran suerte de haber sido invitados a visitar una librería, la librería LITEC. Está aquí, en Ciudad Real y sus propietarias, Maribel y Belvis, son tías de Félix, un niño de nuestra clase...
Una invitación como ésta no se puede rechazar, visitar un sitio así es una experiencia maravillosa para cualquier persona, y más para un niño...
Llevábamos mucho tiempo haciendo planes para ir, queríamos haberlo hecho el pasado 22 de abril, pero ese día coincidía que se conmemoraba en el Colegio el Día del Libro, así que lo pospusimos para unos días después...
¡Ya no podíamos esperar más! y el pasado miércoles 4 de mayo realizamos la esperada visita...
Como "mis niños y niñas" ya sabían que íbamos a ir, ese día llegaron muy contentos a la clase...¡Íbamos a salir del colegio! Continuamente preguntaban que cuándo nos íbamos, pero había que ser pacientes y trabajar un poquito antes de irnos...
Cuando llegó el momento de irnos, nos agarramos a nuestra cuerda y nos pusimos en fila...
Salimos del Colegio por la puerta principal, bajamos la rampa y nos pusimos a caminar por la acera... Había que tener mucho cuidado para cruzar la calle por los pasos de peatones, pero lo hicimos fenomenal...
Todo lo que veían por la calle les llamaba la atención, reconocían tiendas, establecimientos, lugares... iban señalando todo lo que veían y se les veía muy contentos...
Sin soltar la cuerda en ningún momento, enseguida llegamos a la Librería, ¡nos estaban esperando en la puerta!... Pedimos permiso para entrar y nos dijeron que entráramos, ¡como si estuviéramos en nuestra casa! y despacito y en silencio nos dirigimos a la "zona infantil"; había una alfombra donde nos sentamos todos... ¡No sabían donde mirar ya que había montones de libros por todas partes!: libros grandes, libros pequeños, libros de cuentos, libros de mayores...
¿Qué podíamos hacer en una librería?...Pues ¡contar un cuento! Les conté un cuento de monstruos, "Monstruosa sorpresa" de Édouard Manceau.
En realidad les conté una adaptación de ese cuento, con un monstruo que les fabriqué en goma EVA especialmente para esta ocasión... Les encantó, me fascinaba ver las caras que ponían, además ellos participaron en el cuento y ayudaron a convertir el monstruo en un paisaje...
A continuación, en fila y sin tocar nada, dimos una vuelta por la librería, observando atentamente la cantidad de libros que había, había muchos, muchos libros, montones y montones de ellos, grandes, pequeños, finos, gruesos...
La visita llegaba a su fin pero no se querían ir al "cole"... Me pidieron que les contara otro cuento y les tuve que contar dos: uno de una excavadora y otro que se llamaba "Gigantísima"
A continuación, en fila y sin tocar nada, dimos una vuelta por la librería, observando atentamente la cantidad de libros que había, había muchos, muchos libros, montones y montones de ellos, grandes, pequeños, finos, gruesos...
La visita llegaba a su fin pero no se querían ir al "cole"... Me pidieron que les contara otro cuento y les tuve que contar dos: uno de una excavadora y otro que se llamaba "Gigantísima"
Si por ellos hubiera sido, nos habíamos quedado allí todo el día, pero había que volver al cole... Aún nos esperaba una última sorpresa, Maribel y Belvis, las tías de Félix, tenían unos regalos para nosotros: ¡un cuento para cada uno, y otro lote de cuentos para tener en clase! Volvimos al colegio muy contentos por la maravillosa experiencia que acabábamos de vivir...
No puedo terminar sin dar las gracias a Maribel y Belvis que tan amablemente nos invitaron a visitar su librería, que nos colmaron de todo tipo de atenciones, haciéndonos de su librería un lugar acogedor en el que nos sentimos como si estuviéramos en casa. ¡Muchas gracias, chicas!
A continuación os dejo un vídeo con las imágenes que pude tomar de esta visita. Espero que os guste...
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